Feliz año nuevo

El término de un año y el comienzo de otro nos permite hacer una pausa para reflexionar, corregir el rumbo y tener la oportunidad de volver a empezar"

"Hace muchos años, un becerro perdido tuvo que atravesar el bosque virgen para volver a su pradera. Como estaba desesperado buscando su rebaño, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, atravesando matorrales espesos, subiendo y bajando colinas. Días después, un desprevenido perro usó el mismo camino para atravesar el bosque. Después, fue un carnero con su rebaño que viendo el espacio abierto los hizo seguir por ahí. Más tarde, los hombres comenzaron a usar el difícil sendero, siguiendo la costumbre. Se quejaban y se fastidiaban por lo largo y difícil que este era, pero ninguno hacia nada para mejorarlo o elegir otro. Algunos años después, con tanto uso, el sendero acabo por convertirse en un camino real; las personas gastaban todo el día para cruzar el bosque, trayecto que se podía recorrer en unas pocas horas si hubiesen abierto un sendero nuevo. Mientras tanto, un águila que observaba desde el cielo se reía al ver que los hombres tienen la ciega tendencia rutinaria de seguir la vía que ya está abierta, sin preguntarse siquiera si habrá acaso una mejor opción, y sin la iniciativa de hacer su propio camino a riesgo de perderse o de descubrir paisajes más bellos y un sendero más fácil y divertido".

Cuántos de nosotros seguimos caminando por el sendero que abrieron otros, perdiendo nuestra energía y esfuerzo en alcanzar metas o sueños ajenos; sin detenernos a preguntarnos si nos sentimos a gusto en él o si, por el contrario, quisiéramos elegir nuestro propio camino… La mayoría de las veces es el temor, la dependencia y hasta la comodidad lo que nos lo impide.

En esta época hacemos una especie de inventario personal de lo que ha sido nuestro año. Las dificultades, las pérdidas, la confusión, la falta de voluntad y coraje seguramente influenciaron el balance negativo. Si es así, ¡no te sientas mal! Recuerda que el pasado ya pasó y que, en todo caso, estás cerrando un ciclo que te permitirá comenzar otro que puede ser diferente.

El término de un año y el comienzo de otro nos permite hacer una pausa para reflexionar, corregir el rumbo y tener la oportunidad de volver a empezar. 
Hay unas preguntas claves que nos pueden llevar a cambiar el rumbo y hacer que este nuevo año sea diferente. Son muy sencillas, pero vitales y difíciles de responder: ¿Qué es lo que deseamos tener, experimentar o sentir en este nuevo año?, ¿qué queremos de la vida? Seguramente muchos responderán: "Quiero ser feliz", "tener éxito", "quiero sentirme mejor"... pero esto puede resultar muy difuso, por eso debemos ser más claros y específicos.

El principal obstáculo para conseguir la felicidad consiste en no saber exactamente lo que queremos. Saberlo es un proceso parecido a pelar una cebolla; deberemos empezar a quitar capas, una por una, hasta encontrar ese punto, ese sueño o ese propósito que nos llene de alegría, de motivación, de energía.

Pasos para cumplir con nuestros propósitos
Detén tu carrera alocada. Esta época es propicia para bajar la velocidad y tranquilizarnos. Es importante preparar la mente y el espíritu para encontrar la respuesta que cambiará el resto de tus días.
Proyecta tu vida en cinco años. Piensa en qué te gustaría hacer por el resto de tu vida.

Haz una lista con todo lo que te gusta. Recuerda que no anotarás aquellas ideas que otros te sugieran. Rescata tus viejos sueños, y ponle empeño a este proceso.
Pregúntate qué te gustaría cambiar. ¿Te sientes a gusto con la vida que llevas? Piensa en qué estarías dispuesto a cambiar o a mejorar. ¡Atrévete a cambiar tu rutina!
Busca la inspiración. Después de elaborar estas dos listas, revísalas con calma. Estoy segura de que a través de ellas descubrirás fácilmente el norte y la nueva dirección que le darás a tus días.
Crea la estrategia. Necesitas definir cómo vas a conseguir tus propósitos. Comienza por ordenarlos, dándoles un número que indique su prioridad. Luego, elabora un plan de acción con metas a corto y a largo plazo. Eso sí, debes sentir el deseo genuino de incorporar a tu vida esa serie de cambios. ¡Arriésgate a vivir como quieres, y aprende a sentirte a gusto contigo, con las personas que te rodean y con la vida que lleves! 

¡Que tengas un Año Nuevo Feliz!

Aprende a cerrar círculos

En esta Epoca del año, muchas de nuestras emociones se desbordan, saltamos de la alegría a la tristeza pasando por la nostalgia. Nos conectamos a diferentes momentos del pasado, recordamos personas y sentimientos con la intención de hacer una especie de inventario de todo lo vivido buscando resaltar la mayoría de las veces el dolor, el fracaso y la dificultad. Esta especie de ritual negativo nos lleva a deprimirnos y a tomar la decisión de encerrarnos en casa negándonos a participar de la celebración, para evitar que la magia de la Navidad nos cobije con su suavidad y alegría.

Es tiempo de tomar la decisión de romper con ese terrible ritual que venimos repitiendo año tras año, para abrirnos a nueva experiencia de vida. Vamos a celebrar el hecho de tener una nueva oportunidad, de volver a comenzar. ¡Año nuevo... vida nueva!

¡Aprendamos a cerrar los círculos! ¿Sabías que cada vez que vivimos o experimentamos una situación o una relación con una persona, estamos abriendo un circulo que más tarde tendremos que cerrar inevitablemente? Pasar la página y resolver todos nuestros asuntos pendientes con otras personas, es mucho más sencillo de lo que imaginamos.

No perdamos más tiempo lamentándonos y sintiéndonos víctimas del pasado. Este es el momento propicio para vivir el presente, renovados y con la actitud que nos permita disfrutarlo. Acepta la oportunidad que te da la vida y deja de pensar que el próximo año será igual o peor... En tus manos está hacer del 2005 un año próspero y positivo. ¿Qué esperas para alcanzar tus sueños y tener la vida que te mereces? Este será un año totalmente diferente y positivo, lleno de oportunidades y posibilidades que te permitan renovar tu estilo de vida y convertir tus sueños en realidad.

Cada vez que nos disponemos a cerrar círculos, maduramos como personas, crecemos, ajustamos nuestra visión e interpretación acerca de la vida y logramos definir los parámetros de la vida que queremos. Terminar un año, implica cerrar un círculo, para descubrir cuanto has madurado. Si al hacer tu inventario de vida reconoces los errores que has cometido, no te sientas culpable, piensa que también lograste muchas cosas positivas en este año. ¡Vamos, no seas tan duro contigo mismo! Te invito a renovar tus votos por la felicidad, la paz, la alegría, las buenas relaciones y sobre todo por la confianza en un año nuevo lleno de oportunidades, prosperidad y abundancia.

Recuerda que para poder tener un año nuevo de verdad, debemos revisarnos y hacer cambios en nuestra actitud y en nuestro comportamiento. Despréndete del pasado y no te dejes atrapar por la inquietud que te produzca el futuro, concentra tu atención en vivir cada momento en presente, entregando lo mejor de ti y abriendo espacio para la compartida, el intercambio y la aceptación de cada experiencia. Busca la reconciliación contigo mismo y con tus seres queridos, favorece la comunicación con el Señor Dios y siéntete acompañado por su presencia en tu vida.

Libérate. Elabora una lista con todos aquellos recuerdos y sentimientos que deseas sacar de tu vida. Toma la decisión de liberarte de aquellas cosas que te afectan en el presente y escribe al lado de cada una de ellas cómo puedes resolverlas.

Celebra la vida. Reconoce cada pequeño a gran regalo que hayas recibido a lo largo de este año y siéntete agradecido por su presencia en tu vida. Si te es posible busca la manera de hacerle llegar tu gratitud y buenos sentimientos a todas las personas que fueron un instrumento para que la magia, la prosperidad, la ayuda o la respuesta llegara a ti.

No te sientas culpable. No mires hacia atrás para resaltar tus errores ni para pensar en lo que pudiste hacer... Piensa que los errores forman parte de tu proceso de crecer y alcanzar el éxito. Asume el compromiso de corregirlos uno a uno para estar atento de no volverlos a cometer.

Rodéate de personas positivas. Es tiempo de renovar un poco tu círculo social, para acercarte a otras personas que sean más positivas, entusiastas y optimistas frente a la vida. Hacerlo te ayudará a mejorar tu actitud.

Sana tus relaciones personales. Toma la decisión de perdonar a todas aquellas personas que de una u otra forma te hayan afectado. Y si fuese necesario pide perdón para que puedas sanar las heridas del alma. Libérate del pasado doloroso y conserva solo el aprendizaje que te dejó.

Regresa a la familia. Es la ocasión de reencontrarte con los tuyos, olvídate de lo que te hicieron, busca el acercamiento, tiende tu mano y celebra con ellos, es tu oportunidad de cerrar círculos y comenzar de nuevo.

Todo va estar bien. Suaviza tu rostro y a pesar de todo lo duro que haya sido este año, haz el esfuerzo de sonreír, conéctate a la música, canta, baila y celebra.

Vivir el presente



Gota Feliz sintió que debería retirarse y despidiéndose amablemente se fue.

Después de algún tiempo gota feliz frecuentemente dejaba notas donde se encontraba gota triste. En las notas había mensajes como “no quiero verte”, “no me hables”, “no me busques” y así unas cuantas más. Gota triste no entendía lo que pasaba hasta que un día de esos vio a gota Feliz acercarse;

GF: hola amiga, ¿cómo estás?
GT: no te entiendo, ¿por qué me buscas cuando las notas que me dejabas dicen todo lo contrario?
GF: ¿ahora me ves con alguna nota?
GT: pues no, seguramente recién la escribirás
GF: entonces amiga mía, ve y quema esas otras notas que ahora quiero estar contigo.

Uno de los pasos más importantes para poder vivir en el presente es darse cuenta que tanto el pasado como el futuro son ideas de la mente proyectadas ahora, por lo que técnicamente se puede decir que no existen. Solo existen cuando tú así lo quieres, y le das existencia con el pensamiento.

Aprender a vivir en el presente es uno de los obstáculos más difíciles que la sociedad  tiene que superar. El presente es algo que puedes confirmar porque lo estás experimentando; puedes decirme que éste es mi presente y eso es válido porque lo estás viviendo.

¡Tómate tu tiempo... vive el ahora!

Hace mucho tiempo habían dos gotas de agua que se encontraban en la mejilla de una persona que lloraba, una de estas gotas no hacía más que sufrir porque siempre se decía a si misma que existía para reflejar la pena de quien la creó;

La otra gota sentía mucha felicidad siendo su vida radiante y placentera.

Las dos gotas un día quisieron conocerse, la gota feliz preparó un delicioso pastel y se fue donde estaba la gota triste:

GF: hola, quiero conocerte y traje este pastel para que comamos
GT: se ve bien, gracias por el gesto

Entonces, mientras comían, surgió una interesante charla;

GT: ¿sabes? quisiera que la vida sea tan dulce como este pastel
GF: gracias, aunque creo que me pasé con el chocolate
GT:no, tu pastel está delicioso. Yo me refería a la vida; creo que es muy dura y eso me hace dar ganas de desaparecer;

Entonces gota feliz al entender lo que pasaba con gota triste dijo;

GF: ¿por qué crees eso?
GT: porque en todos lados veo tristeza
GF: yo no estoy triste, ¿acaso eso no te dice algo?

Gota triste pensó para sí que gota feliz estaba disimulando su felicidad y dijo:

GT: eso es porque te falta experiencia, eres muy inexperta
GF: yo creo más bien que es porque así lo quiero
GT: es que tu no pasaste por lo que yo

La verdad es lo que trasciende la aceptación y adaptación. En el camino que llamamos vida, existen muchas señalizaciones. La meta es llegar a nosotros mismos, a lo largo de una travesía en que muchas veces caemos en confusión y desconocimiento. Es necesario atizar el interés en las personas para que podamos recordar quienes somos en realidad y descubrir que la abundancia, plenitud y felicidad son alcanzables.
Blogalaxia Mi Ping en TotalPing.com
PaidVerts